martes, 6 de abril de 2010

LA PAPA ALIVIÓ LAS HAMBRUNAS DE NUESTROS ANTEPASADOS




La papa alivió las hambrunas
de nuestros antepasados
En una sociedad agrícola de subsistencia con poca disponibilidad de tierras y una baja cualifi-cación tecnológica como fue la palmera a partir de la conquista, la introducción de productos que pudieran paliar la constante hambruna que padecía la Isla, así como el progresivo crecimiento demográfico, se presentaba como una alternativa campesina de solución en la producción local.
Su gran rendimiento por unidad de superficie cultivada, la sencillez de su cultivo, su adaptabilidad a todo tipo de suelos y el corto tiempo de desarrollo de la planta, lo cual permitía varias cosechas al año, fueron factores vitales para favorecer su extensión.
Este tubérculo denominado papa, tal como lo designan en América de donde es originario, llegó a Canarias en el siglo XVI.
La papa tuvo probablemente su origen como especie cultivada en la región andina comprendida entre el Cuzco y el Lago Titicaca. El cronista Pedro Cieza de León, contemporáneo de Francisco Pizarro, la describió en 1550 y se considera que la llevó a España en 1554 como curiosidad. Llegó a las Islas Canarias en 1560 y diez años más tarde a Sevilla, donde los monjes la cultivaron para alimentar a los enfermos y a los pobres. Desde aquí se extendió hacia el norte a través de toda Europa, siendo la responsable de profundos cambios económicos e históricos. En menos de 100 años la papa se cultivaba ampliamente en muchas regiones de Europa, llegando en 1610 a la India, en 1700 a China y 60 años más tarde a Japón.
Durante el siglo XVII se generaliza su cultivo en nuestro archipiélago como cultivo de potenciación de la agricultura de subsistencia frente a las crisis vitivinícolas. Su consumo fue altísimo, de tal modo que comparativamente supera a todas las regiones españolas.
La papa se extendió por toda la superficie insular, especialmente en aquellas áreas de expansión roturadora situadas en las medianías y zonas altas cercanas a los montes, como fue el caso de la dehesa del Mocanal (Mazo). El cultivo también se desplegó con fuerza en las medianías de Garafía, Puntagorda, Barlovento y Puntallana. Al tiempo que caían las producciones de trigo y cebada, entre los años 1745 y 1815, momento en el que se experimentaron aumentos considerables en la superficie dedicada a los cultivos de subsistencia, especialmente papas y millo, de tal modo que, entre los años 1789 y 1792, se multiplicó por diez la superficie dedicada a este cultivo en algunos municipios, generalizándose su consumo durante la segunda mitad del siglo XIX.
La caída del sector vitivinícola y la reducción de los cereales tras el aluvión de 1826 favorecieron la expansión del cultivo de la papa, como forma de reducir la incidencia de hambrunas derivadas de la pérdida del monocultivo. Es en este periodo, en que aumenta la dependencia con los mercados ingleses, cuando se va a posibilitar la entrada de nuevas variedades de papa, traídas de Europa, ya adaptadas para producir cosechas bajo condiciones de días largos, y que durante más de un siglo serán exportadas especialmente a Inglaterra.
Mientras que en Europa las variedades primitivas evolucionaron de tal modo que hoy se asemejan muy poco al material de partida, en las islas persistieron, y aún hoy está presente un numeroso grupo de variedades que posee características morfológicas y agronómicas similares a determinadas variedades nativas del sur de Perú, lo que hace pensar que sean descendientes directas, probablemente segregantes, de aquellos tubérculos primitivos que llegaron a las islas procedentes del continente americano.
La gastronomía palmera y canaria en general encuentra en la papa el ingrediente tradicional como acompañante básico en diferentes platos, junto al "conduto", o como ingrediente de algún guiso.
En definitiva, la papa se adaptó al ecosistema insular, a diversos suelos y pisos ecológicos, a variaciones climáticas, diferentes de las originarias, a tratamientos culturales tan poco semejao-tes al de las sociedades andinas, que no nos equivocamos al afirmar que la papa andina se convirtió así en la papa canaria, aliviando las necesidades de nuestros antepasados y convirtiéndose hoy en un valor simbólico como el gofio.
* Publicado en el periódico La Voz de La Palma
ACTIVIDADES
* HACER UN RESUMEN EN EL CUADERNO, COMPLEMENTADO CON DIBUJOS.

2 comentarios:

  1. Kimberly Chávez Rosas 3ro A-III
    La papa ayudó a nuestros antepasados.

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  2. bUENO todo eso es mui ciertoo.. y creo q la papa es uno de los alimentos mas fundamentaless y pricnipales pues conosco una historia q me conto mi papa acerca de LA CAUSA LIMEÑA que esta hehco con papa y
    sucedio en el tiempo de la guerra con Chile, en que las mujeres peruanas pensaban en alguna manera de ayudar a los soldads que defendían nuestra patria. Se organizaron muchas mujeres voluntariamente y logrando juntar: maíz, alverjas, zanahorias, entre otros; infaltable por supuesto la papa. De todo ello surgió la idea de crear un nuevo plato que pueda ser vendido y muy nutritivo para los hombres que defendian nuestra patria. El resultado se comercializó a través de las vianderas limeñas que la ofrecían "Por la Causa", por la causa limeña, naciendo así el delicioso plato que hoy asombra a muchos. plato que por su sencillez y variedad ha logrado sobrepasar las fronteras peruanas, haciéndose conocido e irresistible.

    Tambien es una mui buena historia q compartir con todos en mi opiniOn =)

    BRENDA NARCISO 4AI

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